By @JORGEMADRIDhv

jueves, 27 de febrero de 2014

UN POÈTE

Celebrando la reciente escritura de uno de esos maravillosos versos que escribe sobre el campo

Karim Benzema. Karim Benzená que diría un invertebrado mental. Karim empane, que afirmaría el cotidiano individuo que intenta resaltar entre la rabiosa estupidez. Un romántico de esto del fútbol, Quevedo jugando al balompié, que diría yo si me preguntasen mi opinión sobre él. El francés juega al fútbol al ritmo de una buena poesía, y en ocasiones especiales, derbys y clásicos, se dirige a los culés e indios y les dedica aquella famosa frase del poeta madrileño: "hay una puerta en Toledo que se llama Cambrones, no confundirse en la M pues sería puerta de muchos"


I wanna be yours (sólo quiero ser tuyo), que canta la famosa banda inglesa de indie rock acompañados de la melodía de sus bajos y guitarras eléctricas, y que en la actualidad suplican muchos delanteros y media puntas a Benzema, rabiosos de recibir las doctrinas del futbolista del Madrid.


A la hora de atacar el fútbol de Karim se ha faltado a la verdad. Dijeron valientemente que no corría, para después correr a esconderse cobardemente una vez conocido por todos que era uno de los hombres del Real Madrid que más kilómetros recorría durante los partidos. Se instauro de nuevo entre esta gente un discurso falso, está vez se mintió diciendo que el francés no marcaba goles. Está vez se demostró que tenía un promedio goleador de 0,5 por partido. Estadística, cuanto menos, respetable.


Y con ese tipo de datos mencionados, poco después descubiertos como falacias, se ha llegado a pitar a Karim de forma ruidosa y reiterada en el Santiago Bernabéu. A resaltar como ejemplo esa famosa acción de Arbeloa a principio de temporada, en la que reclama a la grada, después de una ocasión fallada por el francés, que conviertan esos reiterados silbidos en aplausos hacía el delantero. Una absoluta demencialidad lo que ha ocurrido con el 9 del Real Madrid. Una corriente de opinión con una base compuesta por dogmas inciertos.


He debatido en muchas ocasiones con gente que se postulaba en una opinión contrariada a la mía en este tema. Sus argumentos, en la mayoría de las ocasiones eran los nombrados en las anteriores líneas, algo que era fácilmente desmontable para mí. También mencionaban, como losa contra dicho jugador, su aparente apatía, vista en su manera de desplazarse y en su rostro. No desmiento dicha afirmación, pero sí le encuentro la explicación: Benzema es belleza futbolística, y por lo tanto, ausencia de dolor. Es la efímera luz en la habitual mediocre oscuridad. Es las genialidad, sin ningún tipo de dudas. Después su argumento ha pasado a ser una cuestión de gustos, y eso es algo que respeto enormemente. Es algo que no crítico y que puedo comprender. Mientras tus gustos no se antepongan a la realidad del futbolista, la opinión es totalmente verosímil y defendible.






1 comentario:

  1. Benzema tiene una delicada habilidad en los pies, una actitud positiva, una excelente conciencia de los puntos de agarre y un regate rápido y sprints, características que son la capital de su destacada actuación en el banquillo. Creo que dedicó su juventud al Real Madrid. Es un futbolista con un futuro prometedor.

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