El premio Príncipe de Asturias y la falsa concordia de Xavi

Acabo de presenciar con cierto disgusto la  ceremonia del Premio Príncipe de Asturias. Todo mi respeto para todos los ganadores de este premio, todos sin duda merecían este prestigioso galardón por su trabajo, esfuerzo y dedicación en sus respectivos campos. Todos lo merecían excepto un hombre, que se le ha premiado por la concordia, falsa concordia. Este señor: Xavi Hernández, jamás ha tenido ningún tipo de concordia con el Real Madrid. Aprovecha la más mínima oportunidad para atizar como una víbora al club blanco, a José Mourinho y así indirectamente a los jugadores de dicho club, entre ellos Iker Casillas. Y por ello en esta ceremonia me ha dado cierta repugnancia ver al mejor portero del mundo,  capitán del Madrid y de la selección Española y el futbolista que más he admirado en mi corta vida sentado al lado de un jugador, que sí, admiro mucho por su futbol en el terreno de juego pero nada más.

Se me queda una duda en el aire ¿No se le cae la cara de Vergüenza al Sr. Hernández al recoger un premio a la concordia cuando él jamás ha hecho nada por esa dicha concordia entre él y el de Móstoles? Si no fuera por Casillas esa “Concordia”  jamás hubiese existido. Y pongo la palabra “Concordia” entre comillas por que lo de concordia lo dicen los de la fundación del premio Príncipe de Asturias, por que el culé nunca ha concordado en exceso con nada relacionado con el Club de la capital y en ocasiones representante de la nación, allí donde va, todo lo contrario él siempre ha tratado al club campeón de liga con desprecio y poco respeto y así indirectamente ha tratado también a los jugadores del RMCF.

¿Qué quieren que les diga? Me parece bochornoso ver a un tipo recibir el premio a la concordia cuando es uno de los futbolistas más anti- madridistas y más anti- Mourinhista que hay ahora mismo sobre los terrenos de juego españoles, europeos y mundiales. No recuerdo ni una sola ocasión en la que el catalán haya hecho referencia al Real Madrid o a Iker Casillas en forma de elogio o admiración, cuando ha habido ocasiones de sobra. Premio a la concordia con Iker, pero cuando el madrileño gano la mejor liga de la historia el mediocentro del Barça no le dio ni la más mínima felicitación a su capitán de la selección.