By @JORGEMADRIDhv

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Esa cosa llamda España

Extraido del blog: El penúltimo Raulista vivo. Escrito por el gran periodista Juanma Rodríguez.

Hoy esa cosa llamada España, también conocida en algunos círculos privados como selección nacional de fútbol, juega en Panamá un partido tan amistoso como inoportuno. No seamos hipócritas: aquí quien más y quien menos se tira cuerpo a tierra cuando a un futbolista internacional nacido en Cataluña o en el País Vasco le llega la bendita y nunca suficientemente bien valorada hora de disertar ante los medios de comunicación. Surgen entonces un montón de preguntas: ¿Qué dirá? ¿Por dónde saldrá? ¿Cómo se referirá a España? ¿Ofrecerá un mitin? ¿Meterá mucho la pata?... En cualquier caso la "cosa" de Markel Susaeta debe ser valorada en sus justos términos y encuadrada en el nivel correspondiente, que no es ni de largo el más desagradable, en una España en la que nos obligan a ver cómo terroristas clínicamente muertos se van de copas o cómo el alcalde de un pueblecito catalán eleva una protesta formal porque dos cazas del Ejército del Aire sobrevuelan la zona.
Yo entiendo a Vicente del Bosque. Lo juro. Entiendo que su misión es una y la nuestra (y aquí me refiero a una parte de la prensa) es otra distinta. Comprendo que Vicente quiera quitarle hierro a todo porque resulta que además esa filosofía le ha funcionado maravillosamente bien tanto en su vida personal como en la deportiva. Yo entiendo a Del Bosque y soy capaz de meterme las veces que haga falta en sus zapatos y de tener con él toda la empatía que sea necesaria pero detecto sin embargo con cierta tristeza y, para qué ocultarlo, también con un puntito de frustración que él no logra entenderme del todo a mí. Entiendo que Del Bosque sea un hombre orquesta que haga de todo y toque correctamente todos los palos, que tenga tiempo para ser un gran seleccionador, un excepcional psicólogo, un fenomenal gestor y conductor de grupos humanos, un brillante public relations...
Asimilo incluso que, pese a la metedura de pata del chaval, su obligación no sea otra que dar la cara por él, defenderle en público hasta las últimas consecuencias y probablemente reprenderle en privado para que tenga más cuidado la próxima vez. Lo que no comprendo ni lograré comprender jamás es que para defender a Susaeta, que acaba de llamar "cosa" a España, Vicente nos diga a los demás que somos unos malvados por llevarnos las manos a la cabeza. Probablemente no debamos tener la maldad de pensar algo que igual él no pensaba, pero sí tenemos que tener el criterio, la valentía y la honradez intelectual necesarias para criticar lo que sin lugar a dudas Susaeta sí ha dicho delante de un montón de medios de comunicación. Para mí España no es desde luego una "cosa". ¿Soy un malvado por reclamar a quienes tienen el privilegio de vestir la camiseta del equipo nacional que tampoco lo sea para ellos o que, si lo es realmente, finjan un rato?... Igual en esta España sí lo soy.

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