Gran artículo de un gran periodista como es Juanma Rodríguez:
Tendría que estar yo como Luis Mascaró (o sea a la búsqueda de
un tornillo) para atreverme a venir aquí a discutir de fútbol con
Vicente del Bosque, que como entrenador ha ganado un Mundial, una
Eurocopa, dos Ligas, dos Copas de Europa, una Copa Intercontinental o
una Supercopa de Europa. No es posible discutir de fútbol con el
seleccionador nacional aunque paradójicamente sí lo sea, y podemos
apreciarlo a diario en todas y cada una de sus ruedas de prensa, hacerlo
con José Mourinho, que como entrenador ha ganado, si no me fallan las
cuentas, dos Copas de Europa, una Copa de la UEFA, siete Ligas o cinco
Copas con (y ahí creo que reside su mayor mérito) cuatro equipos
distintos, cuatro plantillas que no tenían nada que ver una con otra y
en cuatro competiciones diferentes.
Tampoco me atrevo yo a darle lecciones de madridismo a Vicente, aunque
sí sea rotundamente cierto que tiene soliviantados a muchísimos
madridistas. Del Bosque fue once años titular como jugador del Real
Madrid y con posterioridad dirigió durante otros cuatro al equipo blanco
desde el banquillo. De forma que no está aquí en cuestión, al menos no
por mi parte, el conocimiento futbolístico del señor Del Bosque. Sería
bastante cínico y prisaico por mi parte si llegara yo ahora
aquí tratando de conectar los éxitos de Mourinho con su capacidad y
conocimiento y los de Vicente con la suerte o el potencial de sus
plantillas. A cada uno lo suyo y al César lo que es del César.
De lo que, si yo he interpretado bien, se acusa al Del Bosque jurado en
la votación al mejor entrenador del año 2012 (repito, del año 2012 y no
de años anteriores o posteriores) es de marginar al entrenador del Real
Madrid que ha logrado batir todos y cada uno de los registros
históricos de la Liga española y, hacerlo además, en beneficio de otro
entrenador que quedó segundo y que se fue de España tras verle
precisamente las orejas al lobo portugués. Lo de Di Matteo tiene
explicación por la Champions, lo de Prandelli simplemente no
hay por dónde cogerlo, pero... ¿lo de Guardiola?... No digo yo que Del
Bosque no debiera haber dado ningún voto a Pep, pero... ¿más que al
entrenador que le ganó la mejor Liga de la historia? ¿Y por "ser
español"? ¿Un caballero que ha pedido la independencia para Cataluña y
que dijo que él venía de un "país pequeñito de ahí arriba"?
Y si la orientación del voto de Del Bosque es complejísima (a Guardiola
por ser español, a Prandelli por ser seleccionador, a Di Matteo supongo
que por la Champions) aún lo es más el rocambolesco
razonamiento indirecto (puesto que no se atreve a nombrarle) que el
seleccionador ofrece para intentar explicar lo que es simple y
llanamente inexplicable. Porque Del Bosque, que le hace un guiño a
Prandelli, otorga un nuevo significado a su voto, el moral; y, al
contrario de lo que, tratándose como se trata de un premio futbolístico,
pudiéramos interpretar el resto de los mortales, Vicente premia a unos y
puentea a otros en función de su buen o mal comportamiento, el bien y
el mal, lo correcto y lo incorrecto, lo ético y lo que no lo es. Y por
ahí si que no paso, no señor, por ahí sí que no...
Por ahí no paso porque Vicente del Bosque, que no se cansa de
repetirnos que tiene una responsabilidad pública puesto que todo el
mundo está muy pendiente de él, hace daño gratis y causa perjuicio al
dejar caer como si nada que el comportamiento de Guardiola es bueno y el
de Mourinho es malo y que por eso vota al primero y margina al segundo.
Y si Del Bosque es una autoridad mundial en lo que al fútbol se
refiere, no lo es, salvo que yo esté confundido en cuyo caso pido perdón
por adelantado, en el complejísimo asunto de la ética, la filosofía, el
bien o la moral. El profesor Santiago Navajas, por ejemplo, sí lo es, y
no creo que comparta la opinión de Vicente del Bosque sobre esto. Sería
interesante conocer su opinión...
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