La temporada pasada fue la última de Unai Emery en el
banquillo de Mestalla. El equipo acabo tercero, resultado más que bueno. Pero
la afición valencianista no acabo demasiado contenta. Según ellos decían “Emery
no imparte ningún estilo de juego, no juega a nada”. Y entre críticas y
pañoladas y después de 4 años quedando tercero, Unai abandono el barco. Digo yo
que no seria tan mal entrenador cuando acabo en uno de los equipos más fuertes
de Rusia…
Como sustituto llego Pellegrino, un hombre que jugo en el
Valencia Club de Futbol y que será recordado por el penalti fallado en aquella
final europea. Su experiencia se resume en haber sido el segundo entrenador de
Rafa Benitez.Llego al club valenciano diciendo que se podía hacer algo más de
lo que hizo Emery y la afición se ilusiono. Y como ya advertí al señor
Pellegrino en este blog, no es bueno dar falsas esperanzas, decir cosas que de
sobra se sabe que son prácticamente imposibles. Pero él lo reitero y dio
ilusión a una afición con carácter y que a la mínima te saca el pañuelo. Bajo
mi punto de vista fue todo una estrategia para ganar abonados. A nivel económico
les puede haber ido muy bien con esta campaña, pero a nivel deportivo que al
fin y al cabo es lo que importa no le ha servido para mucho.
Los hinchas valencianos empezaron la temporada ilusionados y
creyendo en el milagro. Sobretodo cuando se empato contra el Madrid en la
propia capital de España. Pero esto no sirvió para nada más que dar mas
esperanzas rotas a los seguidores del equipo de la capital del Turia. Todas
estas ilusiones han ido colmando en una pañolada en Mestalla en el ultimo
partido que el equipo ché jugo en casa.
Pellegrino sigue sin cosechar grandes resultados, contra el
Mallorca volvió a perder y con fallos que yo personalmente los veo a menudo en
el parque de al lado de mi casa. La figura de Emery cada vez es mas larga y
poco a poco se empieza a comprobar que no era tan fácil como parecía.
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